lunes, 21 de junio de 2010

Cómo construir una economía ‘verde’.

Sabemos cómo frenar el calentamiento de la Tierra, y los costes son asumibles. Hace falta voluntad política, según expone el premio Nobel de Economía estadounidense Paul Krugman en un magnífico artículo traducido y publicado en la sección negocios del diario ‘el país’, del que se extrae el siguiente texto.

PAUL KRUGMAN 25/04/2010

Si escuchan a los climatólogos -y a pesar de la implacable campaña para desacreditar su trabajo, deberían escucharlos-, hace ya mucho que habría que haber hecho algo respecto a las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Aseguran que, si seguimos como hasta ahora, nos enfrentamos a una subida de las temperaturas mundiales que será poco menos que apocalíptica. Y para evitar ese Apocalipsis tenemos que acostumbrar a la economía a dejar de usar combustibles fósiles, sobre todo carbón.
¿Pero es posible realizar recortes drásticos en las emisiones de gases de efecto invernadero sin destruir la economía? Al igual que el debate sobre el cambio climático, el debate sobre la economía climática tiene un aspecto muy distinto visto desde dentro, en comparación con el aspecto que suele tener en los medios de comunicación populares. El lector ocasional podría tener la impresión de que hay dudas reales sobre si las emisiones pueden reducirse sin infligir un daño grave a la economía. De hecho, una vez que uno filtra las interferencias generadas por los grupos de presión, descubre que los economistas medioambientales en general coinciden en que con un programa basado en el mercado para hacer frente a la amenaza del cambio climático -uno que limite las emisiones poniéndoles un precio- se pueden obtener grandes resultados con un coste módico, aunque no despreciable. Sin embargo, hay mucho menos consenso en cuanto a la rapidez con la que deberíamos actuar, si los esfuerzos de conservación importantes deben ponerse en marcha casi de inmediato o intensificarse gradualmente a lo largo de muchas décadas.
Los mercados libres son eficientes (lo que en jerga económica, al contrario que en el lenguaje coloquial, significa que nadie puede mejorar su situación sin empeorar la situación de otro).
Pero la eficiencia no lo es todo, ¿y si un acuerdo entre personas mayores de edad supone un coste para personas que no forman parte del intercambio? ¿Qué pasa si alguien fabrica un artilugio y yo lo compro, con beneficios para ambos, pero el proceso de producir ese artilugio conlleva verter residuos tóxicos en el agua potable de otras personas? Cuando hay "efectos externos negativos" -costes que los agentes económicos imponen a otros sin pagar un precio por sus acciones- se esfuma cualquier suposición de que la economía de mercado, si se la deja a su aire, hará lo que debe. Entonces, ¿qué hacemos? La economía medioambiental trata de dar respuesta a esa pregunta.

lunes, 7 de junio de 2010

Decálogo Sobre la Construcción con Madera

Marta Conde, Doctora Ingeniero de Montes y directora de Inditecma, ha elaborado y expuesto el siguiente decálogo sobre la construcción con madera, en su conferencia titulada: “Construcción con Madera. Viable y Sostenible” en las pasadas jornadas de Egurtek en Bilbao.

Resultan del mayor interés para un proyectista que tiene que decidir sobre la utilización de un material constructivo u otro.

1. La madera es un material ancestral y tecnológico. La madera acompaña al hombre. Madera es tradición e innovación.

2. Existen muchos edificios antiguos hechos con madera. La madera es durable usada correctamente.

3. La madera de hoy tiene una calidad muy superior a la del pasado. La tecnología de la madera ha avanzado en el mundo entero, también en España.

4. La madera cumple con el Código Técnico de la Edificación. Las exigencias son las mismas para todas las estructuras independientemente del material con que estén hechas. Los edificios construidos con madera son tan seguros como los construidos con otros materiales.

5. La madera es un recurso natural cuyo uso sostenible está asociado al grado de desarrollo de una sociedad y su progreso económico. La madera es desarrollo sostenible.

6. Usar madera es una necesidad ecológica para mantener jóvenes los bosques y económica para apoyar el desarrollo rural.

7. La madera es el material con mejor comportamiento a lo largo del ciclo de vida. Es el único material que absorbe y retiene CO2.

8. Incrementar el uso de madera hace que haya más bosques y menos CO2. Cuanta más madera se use hoy más habrá mañana. Usar madera es contribuir a la protección del medio ambiente.

9. El sector de la madera usa la mejor tecnología posible y ayuda a preservar el medio ambiente. La construcción con madera no deja residuos insostenibles. Las obras con madera son limpias y respetuosas con el medio ambiente.

10. La madera proporciona bienestar y calidez. La madera se aprecia con los sentidos. La madera se asocia con el buen gusto. Madera es nobleza. La madera es un lujo sostenible.

(Todos los derechos de copia y reproducción del presente decálogo pertenecen a la empresa Inditecma)